POR ROBERTO GUILLEN
@PODERyBelleza
Queridos lectores:
Este primero de mayo amanecimos, tempranito, tomándonos un delicioso café en la oficina del Presidente de la Comisión Estatal Electoral, Mario Alberto Garza Castillo. Así como solía tomarme el café en el Palacio de Gobierno con Lorenia Canavati, siempre con el ánimo de contribuir en el proceso de la dinámica social, de fortalecer las tareas de nuestras autoridades, de brindar nuestro periodismo a las grandes causas.Y verdad de Dios que es preciso ir más allá de una entrevista, porque no se trata de sacar grabadora, ni lápiz, ni papel, ni de andar de preguntón impertinente, sino de olvidarse un poco de la dinámica reporteril y entrar en la riqueza de la Conversación.Que todos necesitamos expresarnos y ser escuchados.
***
Posteriormente nos enfilamos al despacho del abogado Mariano Núñez, quien nos internó en las pàginas del libro que nos acaba de brindar el ex gobernador Jorge Treviño, en torno a sus actividades y proyectos durante su administración al frente del estado de Nuevo León.
Vaya ánimo con que el abogado Núñez emprendió la lectura del citado texto, ya que nos encontramos ante una figura que se distinguió por contribuir al cuidado del medio ambiente, mediante la expropiación del Parque Chipingue, además de mostrar una clara defensa por los terrenos del Parque La Pastora.Hablamos de un texto que transpira trabajo, Nobleza y amplitud de miras, ya que durante su sexenio se emprendieron magnas obras como la primera línea del metro, el museo MARCO,la instauración del Museo Metropolitano de Monterrey, entre otras
Hablamos de un gobernador que abiertamente nos presenta un ejercicio ejemplar de la gobernanza en México, mientras en los días corrientes un Rodrigo Medina, apenas termina su sexenio y ya lo vemos como indiciado, pisando las rejas del Topo Chico, entre el escarnio social. O el inefable Bronco, actualmente convertido en el hazmerreir nacional, después de abandonar su cargo de gobernador y lanzarse a un aventurerismo pueril.
En síntesis, el abogado Núñez nos invita a internarnos en las páginas de Jorge Treviño, para que no se nos olvide que en otro tiempo si había servidores decentes y con visión de construir la Gran Ciudad , con una pasión por el terruño.