ROBERTO GUILLEN
@iconoclasttablue
No se quién es. No se cómo se llama. Pero fue lo que más me gustó esa noche marcada para celebrar el 40 aniversario del auditorio San Pedro. Sus delicados movimientos dancísticos me persiguen desde entonces. Son como un embrujo-perfume-sensorial que me provocan flotar sobre la rugosa realidad. Al compas de la acústica-rítmica de una guitarra cómplice , su cuerpo parece deslizarse entre las nubes amantes del extraviado Unicornio Azul. Viajo en el metro de la rugosa realidad regiomontana y me persigue la Ninfa en su vuelo sensorial.
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Nada que ver con lo que pulula en las tripas de la virtualidad.
Qués es el Perreo?
Algo así como el streap stease de la estupidez humana.
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No se quién es Ella. No se cómo se llama. Pero fue lo que más me gustó esa noche marcada para celebrar el 40 aniversario del auditorio San Pedro. Mientras el abanico en sus manos se despliega como una primaveral mariposa, en su agudeza un periodista iconoclasta consigue observar a una Diosa ritualizándose a sí misma. Parafraseando al secreto trending «Love is in the air», la Belleza es, palpita y flota en el aire. La Belleza es…si la puedes ver. En el aire ella va trazando la estela de un jeroglífico sensorial…un perfume visual para escaparse de lo terminal. Un embrujo para exorcizar lo presuriento desechable. Good bye al hormigueante circo de los embutidos.
