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CUANDO LA BELLEZA DE COLOMBIA SE APARECIÓ EN LA PREPA 23

CUANDO LA BELLEZA DE COLOMBIA SE APARECIÓ EN LA PREPA 23

ROBERTO GUILLEN

Si mi condición de contestatario me ha privado de conocer las calles de Bogotá, Cali y Cartagena, el buen Pepe Guerrero, Embajador de la Cultura, nos brindó un toque de su charming para oliscar y celebrar la Grandeza de Colombia. No conozco el vibrante terruño de Lizandro Meza, pero si he viajado a través de las letras de García Márquez y Fernando Vallejo. Y ahora que se apareció la Belleza de Colombia en la Prepa 23, de la UNI, me cayó el 20 de que México y la patria del Gran Gabo son gemelos de la Generosidad. La irreductible subversiva belleza latina. Somos el expresionismo de la aldea global. Somos el exotismo hacia donde apuntan los dardos del Algoritmo. Somos la batahola mágica para derruir el óxido de la costumbre. El Poema como un fusil. La Sensualidad como una telaraña ondulante. Colombia como un oleaje para suspender el tiempo de los calendarios cacarizos. Colombia como un ritual de libertad explosiva.

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Me encantó el recibimiento que los directivos de la Prepa 23 le brindaron a la «Tropa Colombiana», de la Editorial Libros para Pensar. Un conjunto musical les cantó el Corrido de Monterrey…pero después vendría la sorpresiva inesperada Cumbia Sampuesana, lo que provocó la chisporroteante sensualidad colombiana. El patio de la escuela convertida en un escenario garciamarqueano de las mariposas amarillas.

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Luego pasamos a presenciar la expresión abierta, vibrante y descarnada de 10 figuras de la literatura, poesía y el pensamiento político de Colombia.

Como evocando a la Vicepresidenta Francia Márquez, la negra Cecilia Hurtado, revestida con la misma elegancia, nos describió el hondo y callado Dolor de la Tragedia que se suscitó en el Nevado del Ruiz, donde murieron miles de colombianos

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Patricia Marulanda le dio lectura «Al Calor de tu Piel», un tesoro de poesía erótica. La explosión de la sensualidad inundó toda el auditorio de los jóvenes preparatorianos .

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Apenas pronuncia sus primeras palabras y Marizol Fontecha Lapointe se erige como una Antorcha de la Libertad. Mujer apasionada de la Dignidad Humana. Mujer con perfume de Antígona.. Mujer luminosa. Un detalle de su carnet de presentación: lalibertadyamor@gmail.com

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«Yo soy nerudiano», «Yo soy nerudiano», expresa con latinisssimo orgullo el escritor Antonio Avendaño González, autor del libro «La Ética debe ser guía de la política. Con el corazón en la mano nos comparte el humanismo de un colombiano que cree en la Ética, la honestidad y la transparencia. Nos habla de las dos esferas en perpetua colisión: La Solidaridad y el Egoismo. Nos advierte a cerca de la resultante de un sistema que sobreexplota los recursos naturales: el calamitoso cambio climático, «La Humanidad está al borde del Abismo», expresa con una mixtura de temor y apocalíptica melancolia

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El joven poeta Gustavo Andrés Valdez abre su terrorismo mágico y cuestiona a los cerdos del Poder que despojan a los otros de su Dignidad. Que estigmatizan a todos aquellos que sienten sueñan y piensan en Rojo. Poeta vital y descarnado. Poeta de vena colombiana.

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Edgar Mario Carvajal Castaño escribe con el alma. Después de sobrevivir al covid y al cáncer nos escribe una bella dedicatoria en su libro «Noventa segundos con el Profe»: A veces parece que vivir es normal, y no es así, estar vivo es un milagro.

La noche anterior sostuvimos una bella conversación en el restaurant La Chunga (ya les comentaré cuando escriba la reseña de su libro).

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Mientras tanto, les diré que también participaron las voces diamantes de Nelsy Guevara Izquierdo, Alba Emilse Gaviria Mendez, Carmenta Rojas Cortes y Alberto Villa Mesa. La Gala Poética fue un banquete de humanismo y cariño colombiano.

Al final el poeta nerudiano rompe el protocolo y nos recita un poema pariente de Jaime Sabines. Lo amoroso en la poética colombiana.

Al observarlo como un Prestidigitador de la Palabra, el periodista iconoclasta queda hechizado cuando el poeta nerudiano así concluye su espontanea intervención:

Y que los ojos de cada uno de ustedes, exploten de primaveras…

Roberto Guillen

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