ROBERTO GUILLEN
@iconoclasttablue
Ver a una pinacoteca abarrotada para degustar el Arte de Roberta Lobeira me produce una frutal sensación de flotar en la Noche Triunfal. La Noche de Celebración. La Noche de Roberta Lobeira: una dorada oportunidad para volver a creer en el Arte. Y mientras Roberta dejaba escapar unas lágrimas por la emoción de estar con los suyos y en la ciudad que la vió crecer, una torrencial lluvia se dejaba caer sobre la traumática sequía regiomontana. Ver y sentir la calidez con que la Burbuja Sampetrina recibió a su artista, nos hace pensar que su vuelo será paralelo al de un Julio Galán. Que plantarse frente a un cuadro de Roberta Lobeira es como incursionar en una ciudad desconocida: la inusitada belleza del acto creativo. En su obra serpentea el surrealismo de seres fantásticos flotando en el laberinto de un extravío. Seres fantásticos flotando en un vuelo naif; en el vuelo y el disfraz del olvido. Si usted quiere gozar de este banquete plástico, que lleva por titulo Retrouvilles, pónganse en contacto con este periodista iconoclasta y con todo gusto nos damos el tour por los reencuentros fantásticos de Roberta Lobeira.