POR DANIEL BUTRUILLE
De las reflexiones dominicales surgidas de los editoriales relevantes, me quedo con esta deprimente constatación de Luis Rubio: “…la capacidad de la población para influir en las decisiones que le afectan es casi inexistente porque el sistema político es absolutamente refractario a la ciudadanía.” Y esto, después de afirmar que “por más que la población vota y su voto se cuenta”. Para quienes hemos dedicado tiempo, esfuerzo, energía y esperanza en una democracia participativa, para quienes seguimos creyendo que el país es de los ciudadanos y no de unos políticos desalmados y solamente interesados por un beneficio económico miserable y egoísta, la conclusión de un pensador cómo Luis Rubio constituye un balde de agua helada. Que los ciudadanos no tengamos nada que esperar de un Bronco ciego y manco (¡!), ni quien lo dude. Será el primero en sufrir los efectos de sus declaraciones estúpidos. Que Meade no considere el factor ciudadano en su ecuación política, no sorprenderá a nadie. ¿Cuándo lo tomó en cuenta cuando solapaba la Estafa Maestra o cuando daba el visto bueno a la transas de los gobernadores que alimentaban las cajas del PRI para quedar bien con el presidente y su estrategia criminal? Pero, ¿no habrá intento de respaldo ciudadano en las estrategias políticas de AMLO? ¿Realmente, su afán de poder es capaz de brincar a la ciudadanía pensante que requiere un cambio de sistema? ¿El cambio será nada más él? ¿Tendrá razón Luis Rubio al afirma que AMLO es refractario a la ciudadanía? Si esto fuera cierto, sería motivo de una profunda reflexión electoral. ¿Tendrá razón Luis Rubio al asumir que Ricardo Anaya es refractario a la ciudadanía? Su afán de poder y de control del sistema político, ¿solamente se apoyan en la manipulación de los órganos políticos del Frente por México? ¿No tendrá base ciudadanía? No irá muy lejos si no tiene la capacidad de apoyarse en las organizaciones de la sociedad civil que constituyen la base pensante indispensable para lograr el cambio de régimen político que busca el Frente. ¿Algún día se atreverá a promover esta transformación de la vida política cómo la base de su movimiento, en lugar de seguir peleando batallas sin sentido con adversarios que lo están arrinconando en su esquina en lugar de buscar espacios libres para proclamar sus ideas de renovación? Quedan un poco más de tres semanas para contradecir la postura de Luis Rubio. Los ciudadanos sí contamos, y queremos ser los instrumentos del cambio que requiere este país. butruilled@hotmail.com
