POR RAÚL A. RUBIO CANO
La calidad del aire es la principal amenaza ambiental para la salud pública, según el Índice de Desempeño Ambiental 2018 (EPI) publicado el 23 de enero en la reunión anual del Foro Económico Mundial en Davos, Suiza (informó: Center for International Earth Science Information Network). Y en esa línea, los miembros del Observatorio Ciudadano de la Calidad del Aire del Área Metropolitana de Monterrey, aseguraron también ese día, por su presidente, Alberto Garza Santos, que no se ha dejado de señalar que desde los años noventa del siglo pasado, los regios respiramos un muy mal aire y esto, se ha agravado en la década pasada. Especialistas, indicó, aseguran que unas 4 mil 700 personas mueren al año por enfermedades relacionadas con la contaminación (dos o tres veces más que las atribuidas a la violencia). Siendo nuestra metrópoli la ciudad con mayor riesgo en el tema, después de México y Guadalajara y, donde las mediciones de tal problemática sigue siendo mal estudiada, ya que de las 13 estaciones que actualmente miden partículas menores a 10 micras o PM 10, solamente 4 estaciones reportaban el pasado 22 de enero, concentraciones de las partículas menores a 2.5 micrómetros, conocidas como PM 2.5, siendo este el contamínate más importante que nos afecta gravemente la salud. De estas 4 estaciones, dos reportaban datos desde el año 1992 y las otras dos iniciaron operaciones en el 2017. “Esto es preocupante pues necesitamos tener información completa de la cobertura espacial de la ciudad para poder evaluar lo que ha sucedido a lo largo del tiempo en cada estación de monitoreo.” Aseguró Garza Santos, que el 3 de mayo de 2017 entregaron al Congreso del Estado documento para reformar 10 leyes estatales, así como una propuesta de Ley de Calidad del Aire, todo con la finalidad de contar con una estrategia para mejorar la calidad del aire pero, hasta el momento, no han recibido respuesta de los legisladores del Estado. Insistió Garza Santos, que la mala calidad del aire que todos respiramos y que nos afecta mortalmente, en forma silenciosa, se demanda para atacar esta realidad, de un organismo estatal que interactúe con organismos de movilidad y desarrollo urbano, revisando el marco regulatorio para buscar mejorar el desempeño ambiental de fuentes móviles, fijas y de área e igualmente, reducir las emisiones y el impacto en la calidad del aire al promover la densificación y reutilización de espacios estratégicos del área metropolitana de Monterrey para disminuir el crecimiento de la mancha urbana; la integración de un sistema de transporte público y medios no motorizadas para reducir los viajes en autos particulares y, garantizar la seguridad energética y transición a combustibles y energías de menor impacto y renovables; demandando por último al Congreso del Estado, dar respuesta a las iniciativas propuestas, así como una mayor injerencia y contundencia del Gobierno del Estado y de otros sectores en el caso, como también, la participación de la Sociedad Civil para coadyuvar en la solución de tan grave problema ambiental ¡Órale! raurubio@gmail.com