Discurso inaugural de la Bancada de Morena
LXXV Legislatura de Nuevo León
Dip. Claudia Tapia Castelo / Coordinadora de Bancada
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Compañeras y compañeros Diputados. Autoridades que nos acompañan. Ciudadanía de Nuevo León.
Muy buenas tardes
El primero de julio la voz popular hizo retemblar nuestra tierra. De Tijuana a Tapachula, de Monterrey a Chetumal, el mandato fue claro: este país se va a transformar.
La indignación y el enojo abundan, es cierto. Somos una nación herida por los filos de la corrupción y la violencia. Vivimos, y con razón, una sequía de confianza.
Pero ahí radica el verdadero resplandor del triunfo de Andrés Manuel y de MORENA: esta es una victoria enraizada en la esperanza.
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En un momento lleno de sombras, una rotunda mayoría decidimos creer que México va a levantarse. Decidimos reclamar nuestro derecho a soñar y a construir el país que merecemos.
Esto fue posible porque nuestro movimiento está basado en principios. Porque nos negamos a aceptar que la política se ha vaciado de ideas y se ha vuelto una carrera de lobos.
Nuestro movimiento es fuerte porque tiene el corazón en el lugar correcto. Porque creemos que no hay nada más noble y más bello que preocuparse por los demás y hacer algo por mejorar sus vidas.
Creemos, como lo dibujó la pluma luminosa de Alfonso Reyes, que el solo hecho de obrar bien nos permite ser más felices.
Nuestro Movimiento concibe la política como una vocación de servicio, como una forma de trabajar por la colectividad y de servir al país. Por eso, no podemos cerrar los ojos ante la realidad que vive nuestro Estado.
Nuevo León no está bien. La ilusión de cambio que se generó hace tres años se esfumó rápidamente. Hoy las garras de la violencia vuelven a extenderse: homicidios dolosos y feminicidios siguen al alza.
Hoy a más del 20% de las familias de Nuevo León no les alcanza su ingreso ni siquiera para cubrir la canasta básica, de acuerdo al CONEVAL. Sí Gobernador , en Nuevo León sí hay pobreza, nosotros no vamos a cerrar los ojos.
Por el bien de todos, primero los pobres.
Hoy somos un Estado que no tiene dinero suficiente para mantener correctamente los actuales vagones del metro, ya no digamos comprar nuevos. Somos un Estado que no ha sabido bajar recursos.
Hoy tenemos una ciudad donde diariamente respiramos aire sucio que está enfermando y llevando a la muerte a miles de personas cada año.
Nuevo León no está para conformarse. Nuevo León no sabe ser mediocre. Es hora de trabajar en serio desde este Congreso y desde todos los espacios en soluciones reales. Para eso estamos aquí.
Seamos responsables. Concentrémonos en atender a los muchos problemas que tiene el Estado.
Estamos situados en el inicio de una nueva era. En Nuevo León y en todo el país ha llegado un momento de reconciliación.
El presidente electo ha señalado con claridad que su proyecto de nación pretende impulsar la cuarta transformación de México, que pone al centro el bienestar colectivo y la vocación de servicio.
Quienes impulsamos este cambio histórico, compartimos la esperanza de construir un México que vuelva a abrazarnos a todas y a todos. Creemos con fervor que la política puede y debe volver a ser un espacio decente.
Nadie es dueño de un puesto público. El ejercicio democrático del poder sólo tiene sentido cuando es por el bien de la comunidad.
Muy especialmente, quienes impulsamos la cuarta transformación debemos ser voz de quienes no la tienen: niñas y niños en situación vulnerable; jóvenes en riesgo; migrantes e indígenas, mujeres víctimas de violencia; personas en situación de pobreza; víctimas, adultos de la tercera edad, la naturaleza, los animales maltratados y los miles de desaparecidos.
Y que quede claro: somos una bancada incluyente, que se opondrá a la violación de los derechos humanos .
Compañeras y compañeros de bancada: ante las bajezas, seamos dignos. Ante la corrupción, seamos honestos. Ante el dolor, sensibles. Ante la injusticia, implacables.
A las y los ciudadanos de Nuevo León les digo que no seremos una oposición de papel como las que hubo antes.
Tenemos tres principios que nos guían: no mentir, no robar y no traicionar al pueblo. No vamos a decepcionar.
Nuevo León tiene que volver a inspirar hacia dentro y hacia fuera de nuestras fronteras. Volvamos a ser el orgullo del norte, dignos de respeto en cualquier parte. Démosle sentido al temple de acero y trabajo incansable que nos caracteriza para construir un Estado donde nuestra gente pueda vivir bien y ser feliz.
Seamos el esfuerzo de un agricultor en Montemorelos que sostiene en sus manos la primera naranja de la temporada. Seamos la empresaria en San Nicolás que invierte para crear empleos. Seamos el panadero de Bustamante que lleva alegría con el sabor de sus creaciones. Seamos la estudiante en Monterrey que inicia su camino a ser Doctora. Seamos el trabajador de Guadalupe que sale cada mañana decidido a sacar adelante a su familia.
Este Congreso es de todas y de todos ellos. Al fin hay presencia de activistas en estos curules, honraremos la lucha de cada compañero y por ello de principio, las puertas de esta, la casa de todos, deberán de permanecer abiertas.
Compañeras y compañeros: sintamos a Nuevo León, seamos Nuevo León.
Regresarle la decencia a la política sí es posible. Hoy tenemos la oportunidad y enorme responsabilidad de demostrarlo. Los anhelos y esperanzas de millones y millones de ciudadanos en todo el país respaldan a nuestro movimiento.
Tuve la enorme suerte de ser educada por un padre que me enseño desde niña, la fortuna y grandeza de vivir el compromiso social. Uno no puede si quiera, aspirar a ser feliz si no destina su vida para mejorar la vida de los demás, sé por ello que estoy en el lugar correcto. Así es Morena: tenemos la convicción de que no hay nada más grande que servir a la gente.
Cada día al entrar a este recinto, tendremos presentes a cada mujer y a cada hombre que hicieron camino en las luchas que nos permitieron llegar hasta aquí, algunos de ellos ya se adelantaron, pero siempre estarán presentes.
Esta bancada histórica, la primer bancada de Morena en la historia del Congreso de Nuevo León, tendrá también presente las palabras de Andrés Manuel: “habrá una victoria final cuando no haya pobreza, ni corrupción ni violencia. Cuando se logre la reconciliación nacional y recuperemos por entero la gloria y la grandeza de México”.
Que se abran las puertas del Congreso a los sueños y las ideas, a los dolores y los anhelos. Hoy la potencia de la historia empuja nuestros pasos y retumba en nuestros corazones. La cuarta transformación ha iniciado: juntos seguiremos haciendo historia.
¡Va por Nuevo León!
Gracias
