POR XAVIER ARAIZA
EL OSCAR.- Bajo la alfombra roja: la basura, el peligroso polvo blanco del Show Business, las ocultas historias de humillaciones y acoso sexual a cambio del contrato, del papel, la promesa incierta de figurar en el falso cielo de las estrellas del cine que se pierden en el hoyo negro del tiempo. El arte cinematográfico auténtico se impone sin premios, los verdaderos artistas quedan perplejos como testigos del lento derrumbe del Hollywood mitológico. Mientras tanto los thaures de la televisión apuestan por el ganador de la temporada como se apuesta en la carrera de caballos. Muchos son los nominados, pocos los escogidos. Al final de la noche los bonitos vestidos exhibidos en la pasarela, terminan siendo flor de un día. Sus modelos amanecen sin maquillaje, desaliñadas, descalsas, ebrias, alteradas. El sueño de la fama postergada y del premio ganado contrasta con la pesadilla cotidiana que anuncian los campeones del racismo, del castigo al inmigrante, de tratados comerciales leoninos, los fetichistas de las armas, los estrategas del Fake News, los manipuladores del espectáculo político, los últimos ideólogos del Destino Manifiesto del Imperio que en Dios Confía. La patria de las barras y las estrellas pierde su esplendor y cae como gigante enfermo. No todo en Gringolandia es Hollywood. Xavier Araiza. (Febrero 5 de 2018).
