POR DANIEL BUTRUILLE
El nacimiento reciente del Movimiento Revolución Ciudadana ha sido excesivamente discreto. Demasiado a mi gusto, y muy tardío. Sin embargo, cabe reconocer que la intención revelada en su página (www.revolucionciudadana.org) parte de un análisis correcto de lo ocurrido en la última elección estatal, en junio de 2015. Un hartazgo profundo contra la partidocracia que provocó la elección arrolladora de un candidato “independiente” engañoso e inútil al mismo tiempo que dio continuidad al poder de los partidos en el Congreso local, porque el mismo elector que castigó a los partidos para la elección del ejecutivo, se entregó inocentemente a ellos para la elección de diputados. Total, un empate electoral que generó un gran desorden y una enorme ineficiencia que está sufriendo el Estado de Nuevo León. Ganó un Bronco y su séquito de aprendices ansiosos de probar el poder (del dinero particularmente) y rescataron los partidos su cuota de poder en el Congreso. Los padrinos de Revolución Ciudadana constataron este fracaso y pretenden contribuir a un mejor balance en el Congreso, apoyando los ciudadanos interesados a ser candidatos (independientes), mediante un estructura que les permitirá conseguir las firmas requeridas para lograr una candidatura. No precisan que apoyo proporcionarán a quienes consigan suficientes firmas para ser candidatos. ¿Los dotarán de recursos para competir contra la partidocracia y contra los falsos independientes promovidos por el Bronco? Buena idea, a la cual le falta ser cacareada más fuerte y probablemente con más recursos. Son pocos los días que faltan para que quienes están interesados en una diputación local den a conocer su intención. Luchar contra la partidocracia requiere recursos y no solamente buena voluntad. Al que asiste la razón y las buenas intenciones, le faltará algo más que voluntarios aislados. Es positivo el despertar ciudadano y la búsqueda de romper el control de la partidocracia en los aspectos legislativos. Ojalá sea esto el inicio de una ola poderosa para que lleguen al Congreso verdaderos independientes, antes que las tropas del Bronco acaben de prostituir la palabra independiente. butruilled@hotmail.com
