POR ROBERTO GUILLEN
No sabíamos que esa mañanita fresca del 2018 el año ya nos preparaba la Sorpresa Inicial. De esas dulces sorpresas que suele abrigar la vida, tal como lo es la gran trayectoria de Maru Ayala, una Magia de Mujer que le ha impreso su propio sello a la cultura del Danzón, tan es así que un día de estos le abrieron las puertas de Bellas Artes para que la Danzonera Sierra Madre demostrara su arte y Aportación.
Tan es así que un día de estos el Conaculta le otorgó el máximo galardón, denominado Rosa Abdalá, mismo que emite el estado de Veracruz, la cuna territorial del danzón.
Es preciso citar al promotor cultural Oscar Botello, como el eslabón de oro que posibilitó el desarrollo de los proyectos de Marú, cuando se desempeñaba como Director de Cultura durante el gobierno municipal de Ricardo Canavati, del 2004 al 2006.
Y también es preciso citar al espacio cultural Epicentro, auspiciado por ella misma, y donde ahora nos encontramos los tres, charlando en torno a la tarea titánica que significar construir un espacio donde la comunidad cultural pueda presentar sus manifestaciones artísticas.
De tal manera que el Epicentro viene a coronar los 17 años que una Mujer ha dedicado a forjar generaciones (de 13 a 65 años), que hoy mantienen viva la alegría de bailar danzón.
De formación arquitecta y provista de una sensibilidad para habitar y amar un cosmos de arte visual, de pronto el destino le abrió la puerta de la Alegría:
A mi el Danzón me sacó de una depresión…de hecho yo ni lo sabía, y lo descubrí cuando empecé a bailar, fue cuando sentí una Alegría que yo no tenía. Desde entonces dije, esto es lo mío…porque el danzón tiene la magia de conectar a la gente con su Alegría…
Es así que desde sus labios salen como mariposas milagrosas las siguientes palabras:
Aquí en el Epicentro tenemos una comunidad de baile…una comunidad que mantiene vivo el Danzón. Para mi cada uno de ellos son como los voladores de Papantla, que mantienen viva una manifestación cultural…
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¿Quién Maru Ayala?
Magia. Pasión. Alegría.
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La mujer que ha revitalizado el Danzón en Monterrey ya se transfigura en Símbolo. No tenemos el Salón California, ni el Salón Los Angeles. Pero tenemos a Maru y su comunidad de baile que ya los esperan en el Salón Epicentro.
