POR DANIEL BUTRUILLE
Muy taquillero sigue siendo el tema del combate a la corrupción. Anoche, se llenó el Gran Salón del Club Industrial para escuchar la conferencia dictada por la Dra. Irma Eréndira Sandoval, con el título de “Como combatir a la corrupción”. Por el aplausómetro, no me queda claro si la taquilla la llenó la expositora, futura Secretaría de la Función Pública en el gobierno de AMLO, o la presencia anunciada de la diputada morenista Tatiana Clouthier, quien definitivamente, beneficia de un muy alto prejuicio favorable, después de su asombrosa labor como coordinadora de la campaña presidencial de AMLO. Con méritos y con razón indiscutible. Impresionante el Currículo de la Dra. Sandoval, desbordando de títulos, reconocimientos académicos, tanto nacionales como internacionales, que si de títulos académicos dependiera, la corrupción se puede dar por derrotada en México. Excelente diagnóstico, magnífico programa de combate a la corrupción y solamente podemos desearle a la Dra. Sandoval que sus éxitos en la Función Pública sean tan sonoros y tan vistosos que los que puede presumir en California y en Paris. Anuncia el uso de la tecnología para desarmar una corrupción que Peña Nieto llevó al grado de política de Estado; ya ubicó todos los enredos de la política fiscal que encubren más corrupción que todos los Ali Baba y sus cuarenta ladrones juntos. Con o sin elementos justificativos, cuenta con la denuncia interna y la denuncia ciudadana, como elementos clave para desintegrar el monstruo de cien mil cabezas que constituye la administración pública. Seguramente, su programa se nota sincero y bien fundamentado. Con todo el respaldo académico de una larga carrera universitaria. Como se lo deseó una asistente, le deseamos mucha suerte. La va a necesitar. Más allá de las glorias académicas, más allá del conocimiento de leyes que demuestra de forma elegante, más allá de los diez mandamientos de la ética de AMLO, faltará encontrar el pragmatismo que permitirá castigar a los culpables, dar mensajes amenazadores y al mismo tiempo constructivos a los 2 millones de burócratas que flirtean con la corrupción y transmitir a los electores que el mensaje anticorrupción que llevó AMLO al poder se está concretizando. Y que es sincero, auténtico y no negociable. Más les vale. Aquí en Nuevo León, caímos en el engaño. Y el Bronco pagará muy caro su engaño a más de un millón de electores. El combate a la corrupción no es un asunto académico. Es el combate para que México recupere su alma que muchos años de políticas prostituidas han relegado al rango de trapo desechable. Última llamada. butruilled@hotmail.com