POR RAÚL A. RUBIO CANO
Ayer informó la Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH) su condena por el asesinato del defensor indígena de derechos humanos Margarito Díaz González, líder de la comunidad Wixárika de Nayarit, señalando que es el décimo defensor víctima de homicidio en 2018. Indicó la ONU-DH, que el pasado 8 de septiembre, el Señor Díaz fue asesinado por hombres armados en la comunidad de Aguamilpa, municipio de El Nayar, estado de Nayarit, donde residía. La víctima, quien además era un líder espiritual, integraba la Unión Wixárika de Centros Ceremoniales de los estados de Jalisco, Durango y Nayarit, una asociación civil creada con el objetivo de proteger las rutas sagradas y los centros ceremoniales del pueblo Wixárika. Asimismo, el Señor Díaz González, se desempeñó como miembro del Consejo Consultivo de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI). Como puede observarse en lo mencionado por la ONU-DH, el asesinato de Margarito Díaz, no es cualquier crimen, es una verdadera acción quirúrgica para eliminar a un hombre clave en la vida del pueblo Wixárika, definitivamente, sus rutas sagradas y centros ceremoniales, no sólo son un estorbo para las actividades del Narco, sino también para poderosas empresas mineras mexicanas y trasnacionales, por lo tanto, todo apuntala a esos intereses económicos y su barbarie del Gran Capital. “El asesinato de Margarito Díaz nos duele profundamente y puede repercutir particularmente sobre los procesos comunitarios de defensa de los derechos humanos”, afirmó Jan Jarab, representante de la ONU-DH en México. “En lo que va de 2018 ya registramos más asesinatos de personas defensoras que en todo el año pasado. Las y los defensores en México viven una situación crítica y como señaló Michel Forst, Relator Especial de la ONU sobre la situación de los defensores de derechos humanos, es urgente detener y revertir la tendencia según la cual México podría acabar siendo el lugar más peligroso del mundo para las y los defensores de los derechos humanos” agregó Jarab. Con el asesinato del Sr. Díaz González, comentó la ONU-DH, son diez los casos de personas defensoras de derechos humanos víctimas de homicidio en 2018 que ha conocido la ONU-DH, seis de los cuales eran indígenas. Además, a estas cifras preocupantes se suma el caso del defensor Sergio Rivera Hernández, quien fue desaparecido en Puebla el 23 de agosto y hasta la fecha se desconoce su paradero. La ONU-DH hizo un llamado a las autoridades correspondientes a realizar una investigación pronta, exhaustiva, diligente y eficaz, que incluya entre sus líneas la hipótesis relacionada con la labor de defensa de los derechos humanos del pueblo Wixárika. De igual modo, la ONU-DH en su comunicado insta al Estado mexicano “a reforzar las acciones dirigidas a la protección de las personas defensoras de derechos humanos y la prevención de las agresiones en su contra, resaltándose que la principal medida de prevención es la investigación, juzgamiento y sanción de los responsables de las agresiones” ¡Órale! raurubio@gmail.com