POR DANIEL BUTRUILLE
María del Rosario Robles Berlanga, actual Secretaria de Sedatu desde agosto del 2015, es un personaje típico de la política mexicana. Una de las fundadoras del PRD a principios de los noventas, Secretaría de Gobierno de Cuauhtémoc Cárdenas en el DF, luego sustituto de éste a la cabeza del entonces Distrito Federal, controvertida por sus posicionamientos provocativos en su calidad de mujer gobernante, presidente del PRD, cuestionada por una relación sentimental con el “empresario” argentino Carlos Ahumada cuyas relaciones con altos funcionarios de la administración de AMLO cuando era jefe del Gobierno del DF, se caracterizaron por maletas de dinero en efectivo. Rosario Robles es una mujer que finalmente fue rescatada por el PRI de dónde aparentemente nunca salió, si se le juzga por su aparente confusión entre poder y dinero, entre poder político y capacidad de usar el dinero público a su favor y a favor del sistema que sirve. A diferencia de muchos perredistas, permitió que la recuperará el PRI antes de inclinarse a Morena. Ella prefirió el poder del dinero al poder de las ideas. Seguramente porque sus ideas nunca fueron muy firmes. Curiosamente, la huella que deja en la administración Peñista es una huella sulfurosa, sembrada de empresas fantasmas, de universidades sospechosas y de miles de millones de pesos destinados a la asistencia social, desvanecidos en cuentas privadas y en manejos de efectivo contrarios a las buenas prácticas administrativas. Tiene 62 años. ¿Intentará una resurrección política con los amigos de los años noventa o se esfumará para siempre para disfrutar su dinero y huir de las posibles persecuciones que un eventual Fiscal Anticorrupción podría lanzar en su contra? Ya que AMLO no quiere soltar la selección de los fiscales, la respuesta final, como todas las respuestas de aquí en adelante, estará en sus manos. ¿Cuidará las relaciones pasadas o privilegiará el combate a la corrupción? Apostamos al pasado. Su convicción anticorrupción y el discurso asociado, no es todavía particularmente evidente. butruilled@hotmail.com