ROBERTO GUILLEN
Queridos lectores, no cabe duda que el Café Grillo Ciudadano cada vez va tomando más forma y profesionalismo. De tal manera que con el paso del tiempo y bajo la batuta de Beto Frìas, se va a convertir en un foro de rigor para todos aquellos liderazgos que buscan Servir a la comunidad. Porque no se trata de limitarnos a una feria de desahogos que suelen reventar las redes sociales, sin que esto se traduzca en un proyecto concreto. No así con la dinámica de Café Grillo, donde el funcionario Waldo Fernández llegó armado con un arsenal de estadísticas para responder con datos concretos a los conspicuos compañeros grillos que destacan por su energía participativa. Sí, como ya lo hemos mencionado en otras oportunidades, el restaurant del buen Beto Frías ( Frankys) de pronto se transfiguró en un foro griego para dirimir los asuntos de la ciudad. Si en una semana anterior el mismo Raúl Monter había estrenado el proyector de imágenes, ahora correspondía a Waldo Fernández, quien como todo un profesional llegó acompañado con su staff de colaboradores. Fue un diálogo franco y abierto. Ausente de esas valines solemnidades que suelen afectar los prianistas, ellos tan disciplinados en ese verbo que llaman simular…
En ese sentido, Café Grillo se convierte en una suerte de comparecencia, donde el ciudadano informado tiene una cita con una responsabilidad cívica…donde un implícito fuera más caras flota en el ambiente de una sociedad que ya no tolera las raterías ni otras mediocridades de sus funcionarios…
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