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PERSISTE LA LUCHA DEL 68…

PERSISTE LA LUCHA DEL 68…

POR RAÚL A. RUBIO CANO

1968 es un parteaguas en la indignación de la juventud con la sociedad que le tocó vivir y una muestra del control Estatal sobre ella en buena parte del mundo, consecuencia en sí, de ese influjo económico que se había generado al fin de la Segunda Guerra Mundial, sobre todo, en la parte occidental del planeta. La juventud nacida de la posguerra, en Europa y América del Norte, con el éxito de los Estados Unidos en tal conflagración mundial, viviría un mundo del poder no sólo económico, sino político, diseminado al resto del planeta por USA; sin embargo, otra parte del mundo, en el caso de la Unión Soviética, también hacía lo suyo para el dominio de Europa Oriental, Medio Oriente y Asia. La globalización del Gran Capital de mediados del siglo pasado, homogeniza formas de influencia y control político, pero desata resistencias y luchas de esas nuevas generaciones en muy diversas expresiones, desde la protesta callejera, hasta la música y el arte. Así, a la bonanza económica, se aplica también la cruel represión y son los jóvenes, los más sensibles para ver este mundo de crecimiento económico y el desamparo de sectores de poblaciones marginadas en sus países y el sometimiento neocolonial en otros, como el caso de Vietnam. De ahí la solidaridad juvenil con esas luchas y de cómo, tarde que temprano, ese proceso de represión llegó al seno de sus universidades y así, las protestas estudiantiles de 1968, se mundializaron. El 68 Mexicano, no es más que el colofón de un proceso de luchas sociales que habían sido impulsadas a principios de 1945, casi al final de las hostilidades de la Segunda Guerra Mundial y que como contaría Juan Manuel Elizondo, dirigente minero (uno de los fundadores de la UANL), el movimiento sindical revolucionario plantearía al gobierno del presidente Manuel Ávila Camacho, un Pacto Obrero Industrial para cesar los enfrentamientos de los obreros contra el sistema y no ser el movimiento sindical herramienta del imperialismo Yankee para desgastar la economía del país y facilitar la penetración imperialista, que se vendría al finalizar la guerra; así, con ese Pacto, se ayudaría a consolidar la economía mexicana -Un planteamiento ya expresado en la Constitución de 1917, al hablar del equilibrio de los factores de la producción (Capital-Trabajo Asalariado)-, y con ello, señalaría Juan Manuel, se generaría un proletariado industrial maduro y con capacidades para arribar en mejores condiciones al Socialismo. El gran éxito de los primeros años del Pacto, no le gustó al Yankee, y la CIA intervino con el “Charrismo Sindical” en Ferrocarriles, el gobierno mexicano acató órdenes y así fueron destruyendo a esos sindicatos revolucionarios, asesinando o encarcelando líderes y al amplio embrutecimiento de esa clase obrera; de ahí que, para el movimiento estudiantil del 68, sus demanda centrales fueran: ¡Libertad de Presos Políticos! y ¡Libertades Democráticas! Amén de otras relacionadas con los enfrentamientos que se dieron. El movimiento estudiantil de 1968 fue reprimido, pero a 50 años, políticamente, sigue vigente ¡Órale! raurubio@gmail.com

Roberto Guillen

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