Para los integrantes del crimen organizado, quien cambia de bando firma su muerte en automático.
No se tientan la mano. Les levantan y aplican la pena capital. De esa manera termina la vendetta.
Con los cuerpos regados en las calles. Embolsados o descuartizados sus miembros. Les clavan como colofón un letrero de advertencia: esto les va a pasar a los chapulines.
En la lucha política por el control del Congreso del Estado de Nuevo León, varios de los legisladores decidieron dar el paso, lo volvieron a hacer.
La estrategia en la sumatoria de voluntades a futuro. Por el control interno de los vagos cotos de poder. La COCRI es el botín mejor valorado con la Presidencia.
Desde ahí se puede repartir el botín, los compromisos con quienes patrocinan las carreras.
Se va al diablo la militancia, la ideología y la lealtad. Se piensa con el estómago cuando debiera hacerse con la inteligencia.
MORENA aprendió con instinto sanguinario, pues en sus genes corre el gen priista en la actual legislatura, a prometer las perlas de la virgen, a cañonear a los acomodaticios y menesterosos.
Recuperaron, como lo fue desde el inicio de la legislatura, el escalón segundo de la voluntad electoral.
El beneficio es en automático. Como frente compacto podrán negociar con el gobierno del estado.
Para mantener en el poder al gobernador Jaime Rodríguez Calderón, vía Manuel González, su interlocutor.
En la disposición de los maletines, con dinero en efectivo inauditable, por el voto de la continuidad de Jaime.
Dr. Gerson Gómez Salas.
Monterrey N.L.
