Se acostumbraron a las oleadas de desechables políticos. Recibieron lo peor del PRD, del PAN y del PRI. Trabajan como tribus. Siguiendo liderazgos de generales apócrifos. Con la izquierda como eterna oposición, al tomar el poder encegueció sus inteligencias.
Así Yeidcol Polensky, una antigua perredista defenestrada por la tribu de los chuchos, emigró a la construcción de MORENA. Con la victoria en las urnas, no solo validó su figura como líder, ella es quien negoció cada uno de los espacios de los representantes en los estados.
Ha sido ella quien monstruosamente en Nuevo León cedió puntos de empleo para distinguidos priistas como delegados estatales. A los incondicionales de Abel Guerra y Clara Luz Carrales.
Ellos le han asegurado a Yeidcol el ganar la gubernatura del estado si abanderan a la alcaldesa de Escobedo. Le han mostrado el músculo de sus agremiados y las zonas de dominación para movilizar a los electores.
Con el desplazamiento de Yeidcol en la presidencia de MORENA, surge la oportunidad de reorientar y de desconocer los acuerdos con el matrimonio de Abel y Clara Luz.
Como también de remover a quienes en poco tiempo tomaron el control de algunas delegaciones estatales. Depositando en los verdaderos morenistas, las oportunidades laborales y de construcción política rumbo a la elección del 2021.
Dr. Gerson Gómez Salas.
Monterrey N.L.