LA LUCHA POR EL AGUA
Sabadito lindo en la Alameda Mariano Escobedo. Tardecina de protesta por el vital líquido. ¿Y quién estará en la protesta de hoy, si El Samuelitto ya cooptó a los ambientalistas de la Ciudad?, se interroga a sí mismo el periodista iconoclasta que lleva unos 30 años cubriendo este tipo de protestas, netamente ciudadanas. Donde no hay acarreados ni dineros para repartir. Donde el que llega es una rareza cívica que le anima saltar a la Calle para ejercitar la Cultura de la Denuncia. Gente que no se puede quedar callada. Gente que vibra con una consigna a todo pulmón:
¡Agua sii, coca cola noo!
¡Agua sii, coca cola noo!
¡Agua sii, coca cola noo!
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¿Y quiénes son esos jóvenes con sus banderolas rojas, que las distingue el símbolo del comunismo? Ahhh…son las juventudes libertarias y comunistas, que sorpresa, comunistas en Monterrey. La ex guerrillera, María de la Paz, se prende al micrófono y nos dice que todo es cíclico y que esas juventudes comunistas así lo demuestran, como en sus mejores tiempos. Me gusta ver al Profesor Cota, siempre con su voz atronadora, siempre apoyando las protestas marginales, siempre dueño de una retórica punzante que no baja a Samuel García, como un simple gerentillo, habilitado por los industriales de Monterrey para continuar con la Party marketinezca de sus jugosas ganancias. Por ahí se ve El Rulas”, ese aguerrido activista y cantante de Ska. Su vibrante activismo me recuerda al Gran Gabino, en los mejores tiempos de Unete Pueblo, pero qué se le va hacer, con el tiempo, las necesidades y la super estructura social termina por ahogar algunas promesas del activismo social en Monterrey. Va llegando Noyola y Manolito, que se fueron a comprar una máscara y una capa, indumentaria para darle vida al Super Usuario y ponerle un toque de folklor a la protesta. Por ahí también se ve al Armadillo, legendario activista de lo marginal. Inicia la marcha y entre todo el contingente destaca la expresión belicosa y aguerrida de los jóvenes comunistas. Bellas jóvenes empuñando su banderola roja- que quien sabe de qué escuela o círculo de estudios germinarían- nos trasladan con aquella expresión de mi admirado Marcel Proust: La Juventud es una seducción en sí misma.
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Aaaahhhh, la protesta, la vitalidad de la protesta. Sí, sí, la protesta como placer intelectual. Que tomar la calle es tomar el poder. Y el Rulas en compañía de la activista Elida Sandate marcan el ritmo de la marcha y funcionalmente se hacen obedecer por los agentes de tránsito que nos paran y controlan en feroz el tráfico para que fluya la protesta. Es como sentirse el dueño de la Ciudad. Como viajar en un viaje exótico por donde te da tu chingada Dignidad…Ja. Esos jóvenes comunistas libertarios ya contagiaron a este periodista libertario, que ahora grita, levanta el puño y ensaya eso que llaman periodismo gonzo.
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De Juan Ignacio I Ramón, el contingente doblo por Juárez. Que carácter de chingones. Se pudieron ir derechito hasta Zaragoza y ya se terminaba la marcha, llegando al Palacio de Samuelitto. Pero no, doblaron por Juárez, donde en Padre Mier y Juárez se encontraban los contingentes de las generalas Betty Barrón y Argelia montes.
En ese punto una doñita exhibía un cartelín donde ilustraba a la comunidad de los litros robados que se requieren para fabricar una coca cola. Lindura de gesto ciudadano. Humilde y Grandiosa. Sencilla y gloriosamente participativa. Precisamente en ese punto axial de la ciudad, la Dignidad de una Mujer, paró el trafico, tomó el micrófono y se pronunció contra el saqueo del agua en Nuevo León. Su nombre: Elida Sandate.
LA LUCHA POR EL AGUA
