DANIEL BUTRUILLE
Un aplauso entusiasta para el diputado local Horacio Tijerina, de Movimiento Ciudadano, por retomar la iniciativa de reforma a la Ley Electoral y a la Ley de Gobierno Municipal, promoviendo la elección de los regidores por votación directa y no como miembros de una planilla encabezada por un candidato a alcalde. Los alcaldes patalearán pero la ciudadanía aplaudirá. Es tiempo para que llegue la democracia a los ayuntamientos y que acabemos con estos dictadorcitos que suelen ser los presidentes municipales con un cabildo sometido y totalmente transformado en levanta dedos para aprobar sus iniciativas. El ejemplo de San Pedro en el último trienio fue suficiente para convencernos de que es indispensable darles voz a los ciudadanos a través de unos regidores cuya presencia en el cabildo no sea producto de una designación del alcalde. La democracia debe empezar por la célula municipal para poder significar algo cuando llegamos a nivel estatal y federal. El diputado Tijerina puede contar con el apoyo de numerosas organizaciones de la Sociedad Civil que tienen años peleando para “bajar” la democracia al nivel municipal. El ejemplo ya existe en un par de estados de la costa pacífica. No sería una innovación tan revolucionaria. Pero sí, una innovación indispensable para democratizar la vida municipal, descartar decisiones prepotentes y aprender a desarrollar consensos en las decisiones que afectan a la vida de la comunidad municipal. El presupuesto participativo ya fue un buen inicio, la elección de regidores de votación directa será la segunda etapa de una vida democrática que es sinónimo de civilidad y del arte de saber vivir en comunidades inteligentes. Esto es el (lento) camino hacía una verdadera democratización de la vida política de México. El camino hacía una cultura de vida comunitaria constructiva, hecha de consensos y de diálogos. No de odio y de corrupción. butruilled@hotmail.com
