ROBERTO GUILLEN
Que los chicharrones de la Méndez Jr. han destronado a los de la Ramos, me dice el Toro Estrella del For Sale, cuya Generosidad nos ha extendido el delicioso platillo en su mansión de la Vista Hermosa. Vaya manera de cocinar.Y vaya Estilo para recibir en su mansión a los habituales del centro cultural La Bolita, en pleno 28 de diciembre, mexicanísimo sarcasmo de los inocentes. Que la poeta Ramona cumple años y que es preciso aparecerse con un presente, porque las fiestas del Toro Estrella son para amanecer viendo el Cerro de las Mitras, sentir la magia de un místico Bambú y degustar el rocío matinal de la Vista Hermosa. Que la hermandad de la Amistad nos ha dictado sacarnos un As bajo la manga para aparecernos con ese bello objeto que llaman tequila Don Julio: un producto cultural cumbre de nosotros los mexicanos.Algo así como el Jaque Mate de las habladurías. Para despreciar el aguarras de tequilas menores y ver cómo las gargantas gorgorientas empiezan a salivar en la desesperación pavloviana por llevarse unas gotas de Don Julio, como exótica bendición de agua bendita para recibir al 2020. Y los habituales del centro cultural La Bolita, uno x uno, le llegan al Don Julio como estampas temblorinas afectadas por una viruela de parkinson existencial. La Mágica Pócima.El Brebaje del Quijote.El Cáliz de la Eterna Quimera. El combustible para frisar con el «top» de la mexicanidad y lubricar la interesante conversación de un cinéfilo que me pregunta por la actriz Ludyvina Velarde, que levanta su caballito de Don Julio y celebra el talento y la Belleza de Ludyvina Velarde, mientras el Toro Estrella, como todo Gold Anfitrión irrumpe en el Garden de su Mansión para presumirme su siguiente obra culinaria:
Mira, Guillén, ahoro quiero que pruebes este queso a la champiñones….
EL PODER DE DON JULIO…
